Aprovechando
que tenia fiesta por el puente, le
comente a mi suegro si le gustaría hacer el tramo del camino de Santiago que va
desde Bujaraloz hasta Fuentes de Ebro.
La
etapa del camino de Santiago Bujaraloz – Fuentes de Ebro, pasa por ser una de
las más duras. No por su desnivel en sí, sino por ser un recorrido
prácticamente desértico que atraviesa los Monegros. No hay albergues ni fuentes
en todo el recorrido y la única posibilidad de aprovisionarse de agua es en una
gasolinera situado junto a la venta el ciervo.
Después
de dormir en Bujaraloz, el sábado por la mañana nos dispusimos a iniciar la
etapa. Cristina se quedo en el hotel ya que tenía pensado ir a visitar a una
amiga en Zaragoza. Así Antonio y yo después de almorzar nos pusimos en marcha a
la 6:45 horas.
Era
noche cerrada y tuvimos que ponernos los frontales, hacia bastante frio y un
ligero aire que molestaba bastante. el camino no tenia perdida ya que iba
paralelo a la N-II y las luces de los coches nos alumbraban bastante. Después
de 3,90 km sin apenas desnivel, cruzamos la N-II y continuamos por un camino
que iba por el margen izquierdo de la carretera unos 2 km hasta que llegamos a
la altura de la ermita de san miguel.
Ermita de San Miguel |
Nos
desviamos del camino para hacerle unas fotos a la ermita, llevábamos 1:15 y
caminábamos a buen ritmo. Al salir de la ermita volvimos al camino principal,
poco a poco nos alejamos de la n-II
aunque no dejábamos de verla a lo lejos. El sol hacia acto de presencia
y comenzaba a calentarnos un poco, hasta ese momento habíamos pasado bastante
frio. los km iban pasando y casi sin darnos cuenta llegamos al hostal el ciervo y una pequeña ermita.
llevábamos 8,4 km y 1:40 horas el desnivel de la etapa continuaba siendo nulo y
solo caminábamos en llano.
Pequeña Ermita en el camino |
La inmensidad de los Monegros |
Tras
pasar por al lado de la ermita el camino giramos hacia la derecha y continuamos
atravesando campos con pequeñas casas de piedra abandonadas, pasamos junto a
una zona de reforestación donde ya podíamos apreciar la inmensidad de los
Monegros. Ya que delante había un inmenso valle sin ninguna montaña en el
horizonte. Después de pasar junto a una bascula de pesaje que había a pie de la
N-II pasamos un tramo donde encontramos
bastantes montículos de piedras en los lados del camino y llegamos a la
carretera de Gelsa.
Las
señales marcaban hacia Gelsa, pero como habíamos leído en la guía que no nos fiáramos decidí investigarlo. Antonio se
quedo esperando y yo recorrí 1,5 km para ver si el camino giraba en algún
momento hacia la derecha, después de comprobar que no había señales me di la vuelta
y le dije a Antonio que tendríamos que seguir por el arcén de la n-II hasta la
venta santa lucia.
Andar
por el arcén siempre es peligroso, pero más aun cuando te azota un viento
fuerte de cara. Además tuvimos que superar una pequeña subida que se nos hizo
bastante larga ya que casi no podíamos avanzar debido al viento, una vez
superada la subida llegamos a la venta santa lucia. Ya llevábamos 19,4 km y
3:40 horas.
En la
venta no había nadie, y solo vimos un coche aparcado en la puerta. El gusanillo
del hambre ya empezaba a picar, así que decidimos buscar un sitio donde no
pegara mucho el aire y ponernos a comer algo. Después de reponer fuerzas,
Antonio decidió ponerse el cortavientos para que el viento no le molestara en
exceso.
Antonio equipado contra el frio |
Cuando
nos pusimos en marcha no sabíamos todavía lo mal que lo íbamos a pasar por
culpa del viento, proseguimos nuestra marcha alejándonos de la n-II que durante
tanto rato nos había acompañado. El camino continuaba siendo plano pero ya nos
metíamos en el autentico paisaje de los Monegros, ya que atravesábamos por en
medio de una inmensa llanura. A lo lejos en una loma podíamos ver una pequeña
casita, pensábamos que era la ermita de san Gregorio pero por la distancia que
marcaba el GPS aun no podía ser.
Efectivamente
aun no era la ermita, llegamos a un cruce donde había una señal que ponía que
recordáramos que era hacia la derecha.
Seguimos el camino atravesando zonas de larguísimas rectas donde el
viento pegaba con bastante fuerza, llegamos a una pequeña subida donde Antonio
se iba quedando atrás por culpa del esfuerzo que estaba haciendo con el viento.
Pasamos junto a una edificación que parecía una granja y parecía que el viento
soplaba un poco menos.
El viento azotaba al incansable caminante |
Después
de girar hacia la izquierda empezamos un largo tramo de bajada, el viento
volvió a hacer acto de presencia y esta vez soplaba con mucha más fuerza. Al
estar más acostumbrado a andar yo caminaba con problemas pero podía mantener un
ritmo continuo, pero Antonio se iba quedando cada vez mas rezagado y lo tenía
que ir esperando. Como hacíamos esa etapa para que Antonio pudiera ver el tramo
que no había hecho y no hacía falta sufrir en exceso, decidimos que cuando
llegáramos a pina de Ebro dejaríamos de caminar.
Aun nos
quedaba un buen tramo por recorrer y después de un buen rato sin ver la
nacional volvíamos a verla a lo lejos, continuamos bajando y acercándonos a la
civilización. La única compañía que teníamos era un toro de Osborne que nos
observaba desde lo alto de una loma, llegamos a la altura de una ruinas que
tenían una gran flecha amarilla indicando el camino y aprovechamos para parar
un pelín.
Ruinas en las que nos parapetamos del viento |
Proseguimos
nuestro camino y llegamos a un polígono, lo atravesamos y cuando ya íbamos a
encarar los últimos 4 k Antonio dijo que necesitaba descansar 5 min así que nos
sentamos detrás de una estación eléctrica.
Después de descansar bajamos hasta ponernos a la altura de la carretera
que va a pina de Ebro, cogimos un camino que iba paralelo que en una larga
recta nos llevo hasta la entrada del pueblo dejando la ermita de san Gregorio a
nuestra espalda.
Una vez
a la entrada del pueblo seguimos las señales hasta llegar al ayuntamiento, allí
nos paramos en un parque a descansar hasta que llegara cristina.
37
kilómetros
122
metros de desnivel positivo
288
metros de desnivel negativo
400 metros
de desnivel acumulado total
en
conclusión, la verdad es que esta etapa no es excesivamente dura ya que no
tiene mucho desnivel. Lo que la hace algo más dura es el viento que puede
llegar a hacer y el fuerte calor en verano, ya que no hay árboles donde
refugiarse de el calor. El paisaje siempre es el mismo y a no ser que te guste
la soledad y caminar siempre en llano no es una etapa muy recomendada.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Ermita de san Miguel, o ermita de san Jorge? Si es la ermita que está junto a la N-II, entre Bujaraloz y el: 'Hostal el Ciervo', donde fue el convite de la boda de Carmen Sevilla, a la izquierda, en dirección de Bujaraloz a Zaragoza, sería la ermita de san Jorge, pero las edificadas en según que época se parecen unas a otras.
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